El amor es energía,
una energía que funciona
como combustible en las mañanas
y de noche como almohadones
para conciliar el sueño.
Es una energía
que se proyecta a tu entorno
y luego regresa sin que lo esperes,
como cada cosa en esta vida,
porque se mueve circularmente,
va, se te escapa,
y sin embargo, cuando menos lo esperas,
vuelve a ti.