domingo, 22 de marzo de 2009

Hormigas

No quiero ser un ser humano hormiga, de esos que al encontrarse se reconocen con sus antenas y posteriormente siguen su camino como si nada, sin conocerse de verdad. No quiero ser una hormiga en tu vida, ni un numero, o una denominación llamada nombre y apellido en una lista que justo coincide con la tuya. No quiero un “como estas” trivial y pasajero, sin intencionalidad verdadera. Ni un oido que escuche atentamente cada sonido que emite mi boca sin poder retroalimentar un contenido, un consejo, un más allá de “que lata” y ese silencio inconsistente. Tampoco quiero una conspiración humana a la que cotidianamente llamamos “grupo de amigos” incapaz de interactuar con la colonia adyacente.
Somos humanos, no animales. Los animales viven en manadas para protegerse unos a otros, la necesidad propia los une. Y a pesar de que conservamos una naturaleza animal en nuestro ser no pretendo verte como una simple herramienta de subsistencia.
Tan solo quiero convertirme en humana, aunque dentro de una colonia de hormigas es difícil no mimetizarse con la manada.