Apretada, ajustada, contenida hasta en los pensamientos. Caminando sin soltura, con la frente arrugada y los labios auto mordidos. 
Me envuelvo en mi misma, en rumiaciones y ensayos de respuestas.
Abrir y cerrar cortinas todo el día, diálogos internos, evaluaciones culposas. 
Lenta en el actuar, mucho pensar y se me enredan las manos para explicar que lo espontáneo lo asumí como inmaduro y arrebatado. 
…Retorno a la primera cuestión: ¿Todo tiempo pasado fue mejor?